Desde un lugar en el que tantas culturas confluyeron, no podía ser para menos el encuento.
El colegio San José de Calasanz, acogió a nuestros personajes como unos compañeros más que durante varios días convivieron con ellos
los había por el suelo
los había por el techo
colgados de cualquier lugar
y una mesa de estrellitas para formular conjuros que convirtieran al dragón en otra cosa
Nuestros guias particulares explicaban el arte de sus magníficos dragone
conocieron al pequeño Críspulo que por enmendar un error, él también se convirtió en dragón
Y por último pusieron música a uno de los poemas y nuestros dragones tan contentos
El colegio San José de Calasanz, acogió a nuestros personajes como unos compañeros más que durante varios días convivieron con ellos
los había por el suelo
los había por el techo
colgados de cualquier lugar
y una mesa de estrellitas para formular conjuros que convirtieran al dragón en otra cosa
Nuestros guias particulares explicaban el arte de sus magníficos dragone
conocieron al pequeño Críspulo que por enmendar un error, él también se convirtió en dragón
Y por último pusieron música a uno de los poemas y nuestros dragones tan contentos
Una experiencia inolvidable, cargada de emociones, poemas y canciones; como en los cuentos de verdad.