Manual para dragones
principiantes, inicia su recorrido desde Antequera, tierra rica en culturas, que ya
forma parte de mi vida literaria como un lugar muy especial al que volver.
Nuestros dragones eran viejos conocidos, porque los niños habían visto
los bocetos, como empezaron a vivir desde el lápiz de Isabel Gómez, nuestra magnífica
ilustradora. Así que cuando los tuvieron en sus manos en forma de libro, se
sintieron verdaderamente asombrados, entusiasmados y orgullosos de tener la
primicia del primer contacto con ellos.
Durante la actividad, estuvieron muy
receptivos, además de participativos, y fue una de la prioridades marcadas la
puesta en común tanto de los valores como los de la creación artística que está
tan al alcance de su mano, y el hacerles conscientes de ello le supuso una
satisfacción adicional.